XIV
tengo un cuaderno que es este
donde guardo y ordeno mis palabras/
tengo un tiempo en este cuaderno
encerrado entre hojas y renglones
prisionerito y anillado/
tengo carillas de silencios y torturas
que buscan cobija en mis poemas
pa’ no ser solasolas/
tengo mujeres en papel y origami
plegadas en trocitos y desnudas a montones/
piernas abiertas y entregadoras
puertas hacia la vida que urge y espera
(vino en la copa, copa en la mesa, mesa en la casa, vacía)
mi cuaderno es un cofre, he robado!
la palabra nunca nos pertenece
la hicieron otros, los palabreros
creadores profusos e ilumineros/
tengo hijos en metáforas y sueños
en los recovecos/ del que te explico?
del tomá y doy/ y el gracias/
y el olvido/
hay horas en mi cuaderno a raudales
apiladas a la espera de dar con un espacio,
el lugarcito prometedor
(sombra al tenaz del verano, asiento en el colectivo repleto y encerrado)
cada tanto busco y hurgo en ellas
como reflejando mi rostro en un lejano relicario/ desconocido
(baldío inhóspito del barrio que habito)
paso horas entre mis renglones torcidos
doblando frases/ ermitas sacras de lo que soy
me escribo, releo, corrijo en estos poemas
como jugando (gato ovíllero, cola de ratón)
trapisonda del que hace y deshace/
desde lo profundo mis letras caen salpicadoras/ salpicantes/
gotitas de amores volcados/ labios y pechos vírgenes y seductores
temores revelados/ puteadas francas y juventudes enteras/
así pinto y mancho el papel
(florista de nomeolvides en primavera)
mata fresca encriptada entre adjetivo y sujeto
a decir verdad mi cuaderno me tiene
me atrapa en las palabras/ me escribe
y descubre/
me gusta hundirme allí y reconocerme/ fundirme
al temple yunqueado del palabrerío, ellas
dicen de mí y me saben entero
desnudo y otoñal mientras mudo/
y cuando en tu silencio fraguo lees estos versos
descubrís en ellos mis cosas/ que en algo
son cosas del mundo/ tuyas
si en ese instante no me ves, no das con la hendija
por donde el alma se refleja, y huís, y te borrás
y no viajás más conmigo
por favor
cerrá el cuaderno/
XXII
el patio]
una porción de cielo
recortito/ recortado
troquel de cuatro paredes que limitan mi patio
algo me inunda/
me llama/
me ocupa/
es ese cielo, es todo?
fragmentitos veo del mundo sobre mi, tan solo
mis ojos no llegan, no alcanzan
no ven ni son más allá de estas cuatro paredes
que limitan mi patio]
pero sé, lo vi y me lo contaron
...hay un manto total y semejante cubriéndolo todo...
porción a tramo/ tramo a sorbo
fumo mi cigarro y me consume
desvanece, ceniza, ardo
[el mundo es eso, la porción de lo que vemos
y el montón que imaginamos\\
VIII
para cruzar el charco
y llevarme el río
suelto amarras
mece vida/ candelero
tu claro prístino y urgente
me busca desde la orilla
y seguís sin verme
frente contigo, azulido
verdeo y naranjo
suelto amarras
y derivo,
cauce y cauce
barro al fondo removido
mezclo mis aguas y voy/
todas y de a uno
soltando amarras
tuviste mi mano y se esfuma
tuve tu pelo como noche y farolito
y no sé partir cuando me miras
suelto amarras/ muero y vuelvo en un ratito
me traigo entero/ sonrío
X
hoy tuve un sueño
era de palabras y palabrotas
fumitos de que/ de cómo/
cuando y cuanto/
por / donde/ somos
tuve un sueño en las pupilas abiertas
y olían trebolares
verde siempre
volaban con alitas prestadas
de otros sueños,
que se antepusieron y lo engendraron
uno y de todos
devolvían su sueño convite
(cogollito arrimero a su costado)
en lo oscuro, mi sueño
se fundía a otros sueños
quemadores solaces/
ardedores juntitos/
uno y de todas
eran mis sueños/
uno
XX
digo venecia, y el mundo te conocerá!
pintará en su destello una figura acuática y luminosa.
pero no eres venecia, y me importa nada,
así cuando el mundo te desconozca, no serás venecia
ni roma, ni manhatan - o como se escriba -, ni viena]
tus piernas no son el nilo, no quiero
tus manos no el delta, están lejos.
nepal podría, pero tampoco / tan poco]
La gente - algunos, ciudades completas y enajenadas -, conoce estos lugares de memoria, grabados a foto de revistas pintorescas, sin sentido, prometedoras y falsas fotos como reflejo del que] del como] viajamos sentados frente al idiota, el discovery channel, el national geografic - o como se diga -, y así conocemos el mundo.
por eso es que tu pelo, tordillo a viento y espiga
no huele a mompasánd, a café, a melange/
por eso tu voz, portadora de cantos y mujeres mágicas silenciosas
no es una canción de dilan, de lennon, de sting, ni marley,
así prefiero/ me gusta/
que somos sino somos]
porque hendija el alma se ve, se arma, se construye si cerramos la puerta?
venecia/ roma/ venecia
palabrotas huecas a describirte, imposibles
que serían fáciles para que los otros me entiendan, me comprendan
pero no/
no sirven/
no dan con vos/
no te nombran\\
XXI
pintor de ocasos]
cruzo la estepa tramo a tramo, como urdimbre de pasto seco y letanía. mientras voy acuarelas pintan y colorean esta distancia / camino, instante de horizontes destellados y camaleónicos anuncian que llegaré, que al llegar esto acaba, que mañana partiré a recorrer la vida de mis hijos, la vida con/ en / junto]
si dios existiera, si existe más allá de toda negación, más allá de todo y todo el sufrimiento, si fue albañil un día lejano y perdido, si en esas horas ya pintaba así como ahora cuando cruzo la estepa, y me recorre/ me salpica lienzo y lienzo, ha de tener un nombre! algo así como manuel o manuela, maría, julia (que me cuidaba cuando un niño), como jorge el almacenero (que también pinta y hace granate su camiseta los domingos), un nombre que ilumine de puro oscuro, montaña y estepa, cálido y frío] como nora que aguarda la vida, como juan y candela que la transitan, como silvina que baila y deja estela, y me puede, y me inunda en este ahogo que creo borrar mientras escribo]
si tiene un nombre, uno de véraz, uno genuino que lo represente, que lo escriba, debe ser moncho, me encantaría] como el moncho que es albañil y de changa los domingos pinta cielo rasos, colorinches y hermosos] el moncho que en las últimas horas del día se ilumina porque sabe que en minutos el laburo termina, y cruza su estepa, su horizonte hacia los hijos que lo esperan; el mismo que en las noches duerme como un tronco, agotado y en brazos de juana, a quien le dejó una lamparita colgada del techo, por si acaso despertara]
XXXV
recuerdos de infancia/
I
por suerte había un baldío a mitad de mi cuadra, un patio al fondo del olvido tan de todos, niños éramos apenas luces, flores, brotes de orgullo, temores, dolor. andábamos las calles, doblábamos las esquinas, y la muerte huía veloz en el reflejo. el Reji tragó saliva y se levantó del suelo, así lo hacen los que renacen masticando el polvo que hicieron otros.
no dábamos la talla pero trepábamos paredones como la santa rita, así se veían nuestros ojos, nuestra sonrisa. los barrios sin niños ni griterío pasean muertos y merodean, pero mi cuadra tenía un baldío y al lado no más la villa. en casas de chapa dolorida, dobladas a sudores mal pagos, clavadas a bolseadas de cemento y cal, la mamá del Reji vendía helados de jugo que eran el sueño del piberío, yo amaba correr por esos pasillos estrechos, entre infancia y temores ansiando un vaso de vino, y recuerdo que el asfalto, la calle, la tarde siempre son escasas jugando con amigos. en esos días al igual que hoy, con mi desnudez entera y urgente, encontraba y descubría, quizá aún no tenía mis letras, pero escribía en la sangre.
XXXIX
la camisa con los hijos/
tengo el hijo en la frente / la hija en el palmo
aclamado de inocencia plena
anillan el tiempo en un soplo alborotado
torbellinos caminan la mañana en sus pies, corre agita
da y hace espumas del aire que bulle,
alza lumbre candilera que el vuelo huele a sus ojos!
de la mano corren/
pajaritos adivinan que la vida sigue más allá de sus pisadas/
viajan, dan estela en el reflejo/